Si hay algo lo cual me puso de mal humor fue este “caso La Polar”. De manera bien simple es que estos tipos daban crédito u avances de dinero sin filtro alguno, es decir, daba lo mismo quien lo pidiera o sacara la tarjeta de la tienda, cualquiera podía adquirir. Independiente de la liquidación de sueldo que tuviera la persona. Por ejemplo, si alguien gana $172.000 mensual, tenia 5 cargas familiares y vivía de allegado en una casa, si es que quería iba a La Polar, pedía la tarjeta de la tienda y se podía comprar cuanta cosa quisiera. Aquí no importaba si es que la persona estaba en condiciones de poder pagar las cuotas con las que se estaba matriculando, el hecho era dejar encalillarse a todas las personas, y ni si quiera explicar de qué se trataba en lo que se estaba metiendo. Si mal que mal, ese era el negocio.
Hoy la tienda esta que revienta de toda la gente que les debe plata y lo peor esta gente que debe no tiene idea lo que se les viene.
No sé cómo esta olla no se había destapado antes. Esta tienda no tuvo criterio alguno para engatusar a las personas que claramente su educación financiera no es la mejor y hacerlos gastar plata que la mayoría no tiene.
Más vale que después de tremendo escándalo comiencen a fiscalizar a las empresas de este mismo. ¿Hasta cuándo vamos a seguir con este tipo de injusticias?
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