Este 18 fue totalmente diferente a los anteriores. Primero porque fue en familia (no con el típico grupo de amigas que suelo festejarlo) dos porque fue en Chiloé, nunca había ido. Y por ultimo porque fui a un matrimonio en esa misma zona.
Respecto a mi paseo (los que han ido seguro me van a entender) esa frase que a los de “Colun” se les ocurrió “La magia del sur” por muy chula que suene la encuentro demasiado verdadera. No voy con mucha frecuencia al sur de nuestro país pero cada vez que estoy ahí ciento que es más que nada una terapia, llenarse los pulmones de aire fresco y helado, ver paisajes infinitos con una riqueza en la flora y fauna que dan ganas de llorar.
En todo mi paseo no deje nunca de asombrarme. Cada lugar que conocí era más o igual de lindo que el anterior. Chiloé es mágico, digan lo que digan, es enorme, sus iglesias son todas maravillosas la gente demasiado amable y sus tejidos hacen que sea imposible volver con las manos vacías.
Decidí que en cuanto a los 18 quiero tratar de ahora en adelante festejarlos en diferentes lugares de nuestro país. Las costumbres son similares pero no siempre las mismas. La gente siempre es diferente. En esta oportunidad fue con curanto y cordero al palo.
Estoy ansiosa por saber cómo y dónde irá a ser el próximo.
Foto: Ancud, Pinguineras - Chiloé
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